La italiana Eluana Englaro, sumida en coma hace 17 años a causa de un accidente de tráfico, se ha convertido en el símbolo de la lucha por la eutanasia en Italia.
Tras haber obtenido su padre la autorización del Tribunal Supremo, el pasado mes de noviembre, ha sido trasladada esta noche (hora italiana) a un hospital de Udine (noreste), donde puede ser desconectada en las próximas horas, anunció la agencia Ansa.
La ambulancia llegó poco después de las 01.30 horas a la clínica Lecco, cera de Milán, donde la mujer, de 37 años, ha permanecido en estado vegetativo desde el accidente que le sumió en un coma en 1992.
Como era previsible, el Vaticano ha expresado su más rotundo rechazo a la decisión. El cardenal y presidente del Consejo Pontificio para los agentes sanitarios, el mexicano Javier Lozano Barragan, ha pedido frenar "esa mano asesina" que suspenderá la alimentación artificial a Eluana Englaro.
El padre y tutor legal de Eluana, Giuseppe Englaro, había solicitado el traslado. Pero la señal de alerta la dio ayer el neurólogo, Carlo Alberto Defanti, quien indicó que era inminente el traslado de la joven a la que el Tribunal Supremo autorizó el pasado mes de noviembre a desconectar de la sonda naso-gástrica que la mantiene con vida, pero que aún no ha encontrado un lugar en el que morir.
El de Eluana es un caso sin precedentes en Italia, país que vive dividido entre apoyar la decisión del Supremo de desconectar la sonda de la joven o la de la Sanidad italiana, que prohibió a los centros públicos y privados acoger su muerte
Después de varios años, la Audiencia Provincial de Milán autorizó el pasado mes de julio que se interrumpieran los tratamientos que mantenían con vida a Eluana, pero la Fiscalía apeló la sentencia ante el Supremo.
El caso de Eluana recuerda al de la estadounidense Terry Schiavo, a la que las máquinas mantenían con vida y que finalmente fue desenchufada el 18 de marzo de 2005, después de que un tribunal de Florida permitiera a su marido, Michael Schiavo, ordenar la retirada de la sonda.
La disputa judicial entre el esposo de Schiavo, y la familia de la mujer, que quería prolongarle la vida, se convirtió en una polémica nacional en la que intervino hasta el presidente George W. Bush, quien coincidió con grupos cristianos y conservadores que la adoptaron como una batalla contra la eutanasia.
En el Perú, el caso más recordado es el de Victoria Atunque. Su esposo, Alejandrino Barreto, hizo un dramático llamado en la televisión peruana para que las autoridades le permitan aplicar la eutanasia a su esposa quien sufre muerte cerebral hace cuatro años producto de una mala práctica médica.
Fuente: Reuters
Tras haber obtenido su padre la autorización del Tribunal Supremo, el pasado mes de noviembre, ha sido trasladada esta noche (hora italiana) a un hospital de Udine (noreste), donde puede ser desconectada en las próximas horas, anunció la agencia Ansa.
La ambulancia llegó poco después de las 01.30 horas a la clínica Lecco, cera de Milán, donde la mujer, de 37 años, ha permanecido en estado vegetativo desde el accidente que le sumió en un coma en 1992.
Como era previsible, el Vaticano ha expresado su más rotundo rechazo a la decisión. El cardenal y presidente del Consejo Pontificio para los agentes sanitarios, el mexicano Javier Lozano Barragan, ha pedido frenar "esa mano asesina" que suspenderá la alimentación artificial a Eluana Englaro.
El padre y tutor legal de Eluana, Giuseppe Englaro, había solicitado el traslado. Pero la señal de alerta la dio ayer el neurólogo, Carlo Alberto Defanti, quien indicó que era inminente el traslado de la joven a la que el Tribunal Supremo autorizó el pasado mes de noviembre a desconectar de la sonda naso-gástrica que la mantiene con vida, pero que aún no ha encontrado un lugar en el que morir.
El de Eluana es un caso sin precedentes en Italia, país que vive dividido entre apoyar la decisión del Supremo de desconectar la sonda de la joven o la de la Sanidad italiana, que prohibió a los centros públicos y privados acoger su muerte
Después de varios años, la Audiencia Provincial de Milán autorizó el pasado mes de julio que se interrumpieran los tratamientos que mantenían con vida a Eluana, pero la Fiscalía apeló la sentencia ante el Supremo.
El caso de Eluana recuerda al de la estadounidense Terry Schiavo, a la que las máquinas mantenían con vida y que finalmente fue desenchufada el 18 de marzo de 2005, después de que un tribunal de Florida permitiera a su marido, Michael Schiavo, ordenar la retirada de la sonda.
La disputa judicial entre el esposo de Schiavo, y la familia de la mujer, que quería prolongarle la vida, se convirtió en una polémica nacional en la que intervino hasta el presidente George W. Bush, quien coincidió con grupos cristianos y conservadores que la adoptaron como una batalla contra la eutanasia.
En el Perú, el caso más recordado es el de Victoria Atunque. Su esposo, Alejandrino Barreto, hizo un dramático llamado en la televisión peruana para que las autoridades le permitan aplicar la eutanasia a su esposa quien sufre muerte cerebral hace cuatro años producto de una mala práctica médica.
Fuente: Reuters
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